Tras más de una hora en la cola me encontré con un par de cuadros obvios (como un Picasso y un Cézanne correctos y los retratos de Sergueï Chtchoukine) y, mientras entraba a la segunda sala con mucha desconfianza, ya vi de reojo el cuadro del que unos minutos después me enamoraría y que sería el primero de una larga y abrumadora lista de maravillas que me dejaron sin palabras.
El cuadro en cuestión era Le Marché, un óleo sobre tela de Sir Frank William Bragwyn (normalmente expuesto en Moscu). Confiezo que no conocía al pintor y que su nombre nunca me hubiera convocado… salvo ahora, que tomé nota y pienso ir a ver cualquier exposición donde expongan algún cuadro de él.
La Fundación Louis Vuitton es una caja de sorpresas. Algunas veces tiene muestras excepcionales y otras… no tanto. En este caso la exposición batió todos los récords y recibió las mejores críticas posibles. Ténganlo en cuenta: además de ser un edificio interesante, puede albergar colecciones que compitan con la visita a un museo local.
Íconos del Arte Moderno
Impresionada por la calidad y la magnitud de esta colección, estuve buscando una lista que la describiera y encontré la siguiente: la colección Chtchoukine incluye 64 artistas conocidos y 13 artistas africanos y chinos desconocidos, entre los cuales encontramos 7 Rousseau, 8 Cézanne, 9 Marquet, 13 Monet, 16 Derain, 16 Gauguin, 38 Matisse y 50 Picasso. Lo más interesante es ver la fecha en la que Chtchoukine las adquirió: en su mayoría al muy poco tiempo de que fueran realizadas. Eso me hace pensar en qué impacto pudo tener este coleccionista en la vida de los artistas, en tiempo real, y me dan ganas de conocer los detalles de cada adquisición, especialmente los cuatro Van Gogh.
Chtchoukine. Le patron de l’art moderne
Ése el el título del libro que voy a empezar a leer en muy poquito tiempo.
Quiero saber quién fue Sergueï Chtchoukine, mi nuevo héroe. Por supuesto es una versión novelada de lo que fue su vida en torno al armado de su colección y no una verdadera biografía, pero en todo caso debe haber sido una vida interesante, más allá del toda la brillantina que le hayan agregado.
Después les cuento más sobre el libro (no sé si está en español, los autores son de Natalia Semenova y André Delocque, nieto de Sergueï Chtchoukine y según parece conocido por sí mismo y su contribución al arte y la cultura, así como por sus novelas policiales y guines cinematográficos).
Mientras tanto los dejo con una frase de Irina Antonova, directora del Museo Pouchkine, sobre Chtchoukine :
Él comienza una colección de un arte impopular rechazado por el Louvre y otros museos. Era su gusto personal. Tal vez él sentía los sucesos que iban a cambiar el mundo. Un coleccionista como él no podía aparecer más que en un país al borde de la revolución. El colecciona el arte que prefigura todo cataclismo.
PD: Imposible seleccionar qué mostrarles entre tantas obras y tantas fotos que saqué, finalmente casi que las elegí al azar. Menos la última, que es una pintura uno de los paisajes que vemos frente a la fundación, en Bois de Boulogne, donde minutos antes pensé “ojalá tuviera el talento para pintar esto” y no pude creerlo cuando la vi ahí.