En la mesa de al lado dos señoras elegantísimas, esbeltas y con una sonrisa cómplice involuntaria, conversan mientras saborean lentamente un Café Viennois. Algo así como una café repleto de crema, que a veces tiene chocolate rallado o en polvo decorando. Primero comen la crema con la cucharita, muy de a poco, y después toman el café. Hacia el final ríen como niñas.
Vuelvo a casa. Me cruzo a todo tipo de personas que llevan un enorme pan de baguette. Paso por una fromagerie, una pâtisserie y otras “…eries“, cada una más atrayente que la anterior. Pero sé que en casa me espera mi peor enemiga: la balanza. Ella me dice que hay algo que estoy haciendo definitivamente mal, porque todos los parisinos tienen un peso razonable, incluso la mayoría son definitivamente flacos, y yo subí dos kilos en menos de dos meses. No me da la matemática.
Es así que comenzó esta búsqueda, cuyo objetivo principal es seguir entrando en mi ropa.
¿Cómo hacen los parisinos para mantenerse delgados?
Comenzando por lo obvio: para los parisinos no hay nada menos novedoso que la comida parisina.
No hay nada de asombroso en un macaron o un éclair, ni necesitan probar todos los quesos de Francia para saber cuál es su favorito. Tampoco tienen ningún apuro, todas esas maravillas están ahí, todos los días de sus vidas, y pueden decidir comprar la que quieran, eligiendo sólo sus preferidas, en el momento que se les ocurra.
Por otro lado, cuando vemos a las señoras tomando un café viennois, las estamos viendo en un día atípico, dándose un gusto poco común, y toda esa gente que lleva a sus casas el pan, evidentemente lo comparte con su familia y no lo come todo de una vez, sin contar con que el pan francés es el menos grasoso de todos los panes.
Pero vamos a ver un poco las diferencias más de fondo…
Moderación
No conozco personas más moderadas que los franceses, es gente que nunca se excede.
Por ejemplo, en KFC se puede tomar gaseosa en forma ilimitada, sólo tenés que ir a la máquina y recargar tu vaso. ¿Y cuántas veces creen que recarga su vaso un francés? En promedio una.
Frutas & Legumbres
Una comida no está completa sin una ensalada y no hay mejor postre que una fruta. De hecho comen frutas a media mañana y en la merienda, y la mayoría de los platos vienen acompañados con al menos un poco de lechuga. Las carnes que comen son magras y variadas, pero todas, siempre, acompañadas de verduras.
Agua
Los parisinos se la pasan tomando agua. Puede ser alguna de las variedades de agua mineral que tienen en Francia, pero también agua de la canilla. ¿Bebidas gaseosas? Una lata a veces en la cena, por ejemplo. ¿Vino? Por supuesto, pero con moderación. En un restaurant normalmente lo piden por copa.
Horarios
El almuerzo suele ser entre las 12 y las 13hs, aunque no es nada raro ver a alguna persona almorzando a las 11:30, y la cena puede empezar incluso a las 19hs. Este ritmo tiene que ver con el tipo de vida más bien diurna que llevan y, según algunos nutricionistas, ayuda a mejorar la digestión y al metabolismo, al demorar entre la última comida y la hora de acostarse.
Deportes
Los parisinos tienen una vida poco sedentaria. Suelen caminar bastante, usan las escaleras, viajan en bicicleta y pasean al aire libre. Pero la mayoría también practica deportes o simplemente sale a correr.
Incluso en los días más fríos o bajo la lluvia, se los ve corriendo en los parques. Ayuda, por supuesto, que la jornada laboral sea corta (se trabaja hasta las 17hs y casi todos los comercios cierran a las 19hs).
No a la “comida chatarra”
No me refiero a un no rotundo. En Paris hay lugares de comida rápida como en cualquier otra ciudad, pero la frecuencia con la que los parisinos comen comida chatarra es mínima. Además, hasta en el lugar más terrible que se les ocurra siempre hay al menos una opción saludable.
Un secreto: a los parisinos les encanta comer y hablar de comida, y se jactan de tener la mejor cocina, pero sobre todo se cuidan mucho.
Como última conclusión les cuento que fui incorporando todo esto a mi dieta y que en casi dos meses más no sólo volví a entrar en mis pantalones sino que estoy por debajo del peso de cuando llegué. Parece que funciona 😉
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[…] museos o paseando por románticas calles, la Ciudad de la Luz se disfruta con el paladar. Y Descubriendo París nos da las claves sobre cómo los parisinos consiguen vivir allí sin subir de […]
Sin duda alguna la idea de viajar a París enamora a cualquiera. La idea de conocer y disfrutar de una cultura tan antigua, atrae a cualquier viajero en busca de aventura.
No está de más planearlo todo para disfrutar al máximo de la travesía en el viejo continente, ¡a nadie le gusta engordar!
Gracias por compartir.
¡GENIAL!!! Estaba esperando este post. Gracias.
Amé tu blog y esta entrada, en lo personal me pareció super inspiradora 🙂
Hola! Hace apenas una semana que he llegado a París para trabajar aquí un año y acabo también de descubrir tu blog, ¡Genial!
Muchas gracias 🙂