Comienza la primavera y en Paris volvemos a ver el sol, algo que casi casi habíamos olvidado que existía. Y con los primeros días soleados retomamos una de las más difundidas costumbres parisinas: el pique-nique. Nada más normal que comer al aire libre, sentado en cualquier banco o en el césped, o incluso caminando por la calle.
Esta semana les presento el Canal Saint-Martin, un lugar muy lindo para pasear y pique-niquer.

Algunos lo recordarán de la escena de Amélie en la que tira piedras desde uno de los puentes. Se trata de algo así como una versión más pequeña e íntima de un paseo por el Sena.

El canal une la dársena de la Villette con el Sena aguas arriba. Una gran parte es subterránea, pero un poco más de dos kilómetros están a cielo abierto y se pueden recorrer bordeándolo a pie o en alguno de los barcos de paseo.

Si bien es difícil que pueda competir con las grandes atracciones turísticas de la ciudad, se trata de una zona muy visitada. Ideal para paseos románticos, con sus puentes y pasarelas, rodeados de castaños y plátanos. Y también muy lindo para relajar de la vorágine del centro de la ciudad, en la que la mayoría de los turistas parecen estar haciendo una carrera por recorrer la mayor cantidad de lugares posibles en pocas horas, como queriendo cumplir con una lista de sitios obligados.

Se puede llegar fácilmente desde Place de la République. Pueden pasear por el canal y después comer en alguno de los pequeños restaurants internacionales de la zona o sino armarse un sandwich o pedir algo para llevar y comer ahí mismo al borde del canal.

Dejar un comentario