Mi viaje a Londres coincidió con Navidad, una época genial para viajar y con un encanto especial para esta fan de Doctor Who, pero con la particularidad de que la mayoría de los lugares se encontraban cerrados, por lo que fue un viaje bastante peculiar.
Llegué al mediodía del 24 de diciembre y volví a Paris el 26 por la noche.
Había calculado que el 25 la mayoría de los lugares estarían cerrados, por lo que ya había averiguado que el Hard Rock Café estaría abierto durante el mediodía y lo había elegido para mi almuerzo de cumpleaños. Lo que no había tenido en cuenta era ese día no habría transportes, por lo que aproveché para hacer un recorrido a pie por la tarde, que terminó con una larga pero finalmente exitosa búsqueda de un taxi para volver al hotel.
Otro punto importantísimo que no había tenido en cuenta es que el 26/12 es Boxing Day, otro feriado.
En cuanto a la ciudad en sí, ya había estado anteriormente pero mi perspectiva cambió en este tiempo. Mi punto de partida empieza a ser cada vez más Paris, donde vivo hace casi un año.
El paralelismo de las dos ciudades atravesadas por un río, con su arquitectura bastante baja y uniforme, con edificios históricos destacándose por su diseño y altura, el cielo gris y la gente hiper respetuosa, es inevitable.
Son tan parecidas y a la vez tan diferentes que no podía dejar de compararlas.
En cuanto a personalidad, sentí que Londres me era más cercana. Más nocturna, más moderna, más colorida. Sobre todo en cuanto a la moda, donde la gente se viste en forma más osada y con muchas más variantes de estilo.
Pero también la sentí más lejana, ahí era verdaderamente turista, no esta mezcla extraña que vivo en Paris donde soy extranjera pero cada vez más local. Me sorprendió encontrarme con gente más intempestiva y a la vez más abierta, con un turismo muy orientado al consumo y con algo un poco más caótico que no logro terminar de definir.
Algunos temas prácticos:
Para viajar de Paris a Londres, una buena opción es el tren. Recomiendo sacar los pasajes con la mayor anticipación posible para conseguir mejores precios y poder elegir la fecha y horario más económica, teniendo en cuenta que deberían llegar a Gare du Nord una hora antes (a veces el pasaje más barato es para un tren de las 6 de la mañana y por casi el mismo precio consiguen otro por ejemplo a las 7:30).
En Londres también se puede pagar casi todo con tarjeta, pero de todas formas hay que llevar efectivo. Intenten evitar las casas de cambio de las estaciones, lo mejor es retirar en los cajeros automáticos.
Los precios en general son más bajos, pero atención que también tienen una mayor oferta de productos de baja calidad, por lo que no siempre la comparación es válida.
Publicado originalmente en enero de 2014.
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