Recuerdo la cara de pánico con la que me miraban en el avión cuando viajé por primera vez a Paris con mi bebé. Por las miradas de algunos podría haberse dicho que llevaba una pequeña bomba de tiempo entre mis brazos.
Lo que nadie sabía era que yo estaba más preocupada que ellos. Preocupaciones típicas de una mamá primeriza. Escribí sobre eso para Blog de Viajes.

Lo primero que aprendí fue que Paris no es una ciudad child friendly para hacer turismo. Los restaurants no suelen tener sillas para bebés y mucho menos cambiadores, los espacios públicos no suelen tener rampas y en el Metro abundan las escaleras.

De todas formas, no es imposible y para ello les doy acá algunos tips:

Lo principal es aprender los términos más básicos en francés (no, inglés NO es lo mismo), ya que resulta muy difícil hacerse entender con la gente que no tiene muy presentes las cosas que un bebé puede necesitar.

Por ejemplo: el cambiador es la table à langer, el pañal es la couche, el cochecito es la poussette, chupete es sucette y la mamadera es le biberon.

Más allá de los dicho de las escaleras, el cochecito puede ser tu mejor amigo en Paris. Primero porque es ideal para caminar largos trechos con tu bebé e incluso llevar su bolso allí. Pero también porque es el lugar ideal para sentarlo a la mesa y para cambiarle el pañal, ya que como les decía las facilidades para bebés no abundan.
Sí aconsejo que sea fácilmente plegable y liviano, especialmente si van a hacer combinaciones en Metro o viajar en las líneas más antiguas.

Una aclaración importante: si van a alquilar auto tengan en cuenta que en Francia las sillitas son obligatorias para menores de hasta 24 kilos y deben estar colocadas en el asiento de atrás. Siempre.
Pero se pueden comprar en el supermercado y a precios considerablemente bajos: desde 35 euros para bebés hasta 9 kilos aproximadamente, y desde 50 euros para los más grandes.

En términos generales no sólo se consigue una inmensa variedad de productos para bebés, sino que además tienen precios accesibles.

Otra buena noticia es que los menores de 3 años no abonan pasajes en RER o Metro, ni entradas en museos y otros sitios de interés.

Publicado originalmente en diciembre de 2012-

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