Si estuvieron estos últimos años en aris habrán visto, en pleno centro, un edificio enorme e imponente que parece estar permanentemente en obra. Se trata de La Samaritaine, un centro comercial que fue construido en 1933 y que cerró sus puertas por reformas en 2005 pero cuya reapertura durante mucho tiempo fue pospuesta y muchos consideraron improbable.

La Samaritaine estuvo rodeada de rumores desde su creación.
Creada en 1870, pasó por dos guerras mundiales y la historia de sus propietarios y sucesores es digna de una nueva serie de Netflix.
En un principio se trató de un conjunto de comercios en constante expansión, hasta que los arquitectos Frantz Jourdain y Henri Sauvage idearon esta mole mezclando art nouveau con art déco que se amplió hasta llegar a los 48000 m² distribuidos en 10 pisos.
Supongo que cuanto más grandes más ruido hacen al caer, porque mientras que Galeries Lafayette, Bon Marché y Printemps sobrevivieron a las diferentes crisis, La Samaritain intentó achicarse y readaptarse desde los años 70 pero tuvo que finalmente cerrar sus puertas en 2005 y hoy, 15 años después, su reapertura parece condenada a una nueva postergación.

No tengo un recuerdo claro de verla abierta (aunque estuve cuando visité Paris en el 2000) pero sí de su apariencia entre triste y nostálgica en el 2011, que me recordó muchísimo a Harrods (Buenos Aires).
En algún momento en los últimos años empecé a notar cambios y avances en la obra, aunque muy muy lentos.

No sé cuándo reabrirá, pero si vienen a Paris les recomiendo aunque sea dar una vueltita para mirarla desde afuera. Está a pasos del Pont Neuf (de hecho toma el nombre de una imagen en la bomba de agua que estaba ubicada en el puente) y muy cerca de Notre-Dame de Paris. Pasé por ahí los primeros días del 2021 y al menos por afuera se parece bastante terminada. Ya veremos si este año se rompe el hechizo y finalmente podemos visitarla.

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