Dicen que si una persona sabe español e inglés puede deducir el significado de casi todo en francés. Pero, de seguir esta lógica, no serías el primero que compra bonbons y se encuentra con que en lugar de bombones compró sólo caramelos.
Es que una traducción apresurada tiene esos riesgos. A veces nos salva de un apuro y otra nos llevamos un chasco.
Como una señora que vi hace poco, a la que por suerte le gustaban los mejillones, ya que pidió moules pensando que eran muslos (de pollo). O como otra, que insistía en preguntar “de qué era la ensalada”, cuando la moza le decía que la guarnición era salade, es decir lechuga.
Más allá de la comida, hay muchos términos que pueden llevar al equívoco, como serviette que puede ser una servilleta, pero también una toalla, un portefeuille que no es un portafolio o maletín, sino una billetera, o règlement que puede ser un reglamento, pero se usa sobre todo para referirse a pago, pelouse que no es pelusa sino césped, entendre no es entender sino oír, y passer un examen que no es como en español “pasarlo” (que quiere decir aprobarlo) sino rendirlo.
Hay malentendidos divertidos, como una amiga que pensó que le preguntaban si se sentía bien, cuando en realidad le estaban diciendo, muy sugestivamente, que olía rico (es que sentir significa oler).
Seguiré buscando estas palabras que se prestan a confusiones y los invito a contar las que hayan encontrado ustedes.
Los dejo con una anécdota personal: venía distraída escuchando música en inglés, cuando de pronto me doy cuenta que una persona me estaba hablando y llego a oír lisez!, por lo que me saco rápidamente los auriculares para escuchar… pero no, me estaba señalando un cartel. Por parecido que suene al inglés listen, lisez es una conjugación del verbo lire, que significa leer 😉
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