El Arco del Triunfo es uno de los monumentos icónicos de Paris. Mucho más imponente en persona que en las fotos y con una ubicación privilegiada, es uno de los lugares que no se pueden dejar de visitar.
Para tener la experiencia completa recomiendo llegar a pie, desde el Louvre, o al menos desde el Jardín de las Tullerías (Jardin des Tuileries) y caminar hacia él, a través primero de la Champs Elysées arbolada y luego la avenida comercial.
Y, ya que estoy recomendando, les sugiero hacer un alto antes de llegar en alguno de los cafecitos que tienen mesas en la calle, para reponer fuerzas y disfrutar de un momento bien francés (aunque, claro, lleno de turistas).
Si están cansados o tienen poco tiempo, pueden llegar en metro y bajarse en la estación Charles de Gaulle – Étoile.
Una vez en el arco, se pueden apreciar los detalles de la construcción, a los que vale la pena dedicar un buen rato. Lo más sobresaliente son por supuesto las cuatro esculturas en relieve, que representan: La Marseillaise (o la salida de los voluntarios en 1792), El Triunfo de 1810, La Resistencia de 1814 y La Paz de 1815.
Por último, la decisión que divide a muchos: ¿subir o no subir?
Por mi parte mi consejo es subir. Siempre. A todo.
Aquí lo que vamos a encontrar es un pequeño museo y una vista panorámica de Paris muy interesante. No tiene la altura de la Torre Eiffel, pero sí una excelente ubicación y además es muy lindo ver el arco de La Défense desde allí, tan alineado, y rodeado de una arquitectura tan diferente.
No dejen de consultar la web oficial para ver horarios y tarifas.
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